14 de febrero de 2012

Amor en las rocas

Hace algunos ayeres escribí esto para Internet@s No.4 y hoy me pareció apropiado compartirlo con ustedes, está muy largo para el formato del blog pero ojalá lo disfruten igual que yo cuando lo escribí. Abrázoles a Todos.
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Después de una jornada de trabajo particularmente difícil, llegué a la baticueva abatido, cansado y harto de todo.

Dejé mi famosísimo morralito sportbilly(1) e inicié el ritual de todo soltero. Me preparé una cena ligera (sándwiches, como siempre) y descubrí con tristeza que mi horno de microondas se había descompuesto, maldije a esos taiwaneses hijos de su china; qué extraño que cuando se nos descomponen estos aparatejos, es cuando uno realmente se da cuenta de lo dependiente que somos de estos inventos del hombre blanco (o amarillo) y lo infiltrados que están en nuestra vida cotidiana. En fin, suspiré resignado y me dije que el horno tendría que esperar hasta la quincena, por lo pronto, la estufa cumpliría sus funciones.

Todos los que me conocen bien, sabrán que me encanta la cocina, pero ese día no estaba particularmente de humor, así que fueron sándwiches fríos y una chela que nunca falta en la baticueva para acompañar.

Me senté frente a la tele para desconectarme de la triste realidad, ese fiel soma electrónico(2) sin el cual estaríamos perdidos, y me puse a ver Scrubs(3) uno de mis sitcoms favoritos. Quien sostenga que la televisión no es educativa y aún no esté convencido de que ahí se pueden encontrar todas las respuestas, es porque realmente no sabe ver la tele y le es imposible “leer entre líneas”.

Sonreí ante esta verdad proclamada por el protagonista: “Dicen que nadie sabe más de las relaciones que quien no las tiene” y estuve completamente de acuerdo. Inmediatamente vinieron a mi mente dos pensamientos. El primero fue un comentario en un mail de mi amigo Jorge Iván que cito textual: “No mames, no se que decir. Por mi mente han pasado interminables calificaciones para el Internet@s desde el "¡Este wey se ve que no tiene novia!" hasta el "¡Que buen comentario!..."

No sabía precisamente lo que me había molestado del comentario, pero en ese momento lo comprendí, obviamente el sentido del comentario, no tenía absolutamente nada que ver con la sensación de incomodidad que me provocó al momento, fue mas bien resultado de ese estúpido sistema de competencia masculino que necesariamente compromete al ego.

Esta sensación de inferioridad a mi jerarquía experencial fue más un golpe a mi orgullo, al complicarme inútilmente afirmando que; a fin de cuentas, en materia de experiencia de relaciones sentimentales, yo tenía ventaja sobre él, por haber vivido con varias parejas con anterioridad y eso prácticamente era el equivalente de haber estado casado y divorciado varias veces, pero me di cuenta de que había caído en una trampa lógica sin salida. Había creado todo un statement sin fundamentos que podía ser destruido con una simple y pragmática afirmación como: “pues yo tengo novia y tu no”; además haber vivido con una mujer –o con diez-, no me convertía automáticamente en una autoridad en la materia, finalmente quizás estoy igual o más perdido que cualquiera de mis amigos solteros.

Acepté mi pecado de soberbia y entendí que al estar analizando las relaciones de mis amigos desde el tendido de sol, me había convertido de nuevo en el cínico sabelotodo y no en el investigador científico que se inocula él mismo, veneno y contraveneno.

El segundo pensamiento que vino a mi cabeza fue una parte de la letra de Love on the Rocks de Neil Diamond, porque como dice una de mis mejores amigas, mi mente musical tiene perfectamente sincronizado el soundtrack de mi vida, así que canté: “First they say they want you, hear how they really need you, suddenly you find you're out there walking in a storm. When they know they have you, then they really have you, nothing you can do or say, you've got to leave, just get away, we all know the song…”(4)

Fue entonces cuando me percaté que lo que realmente me inquietaba era que, por segundo año consecutivo, no tenía con quien celebrar el tan mentado San Valentín. Pero, ¿porqué de repente era tan importante para mí?, en años anteriores la verdad nunca me había importado demasiado; incluso me habían cortado un cabalístico 13 de Febrero (viernes), con regalo y flores compradas y toda la cosa, y realmente no me había molestado más de lo común.
Al principio supuse que la edad (la mía), era un factor importante para que me afectara la fecha, pero haciendo un análisis más profundo, descubrí que tenía que ver más con lo que perdí o no pude conseguir o deje de tener en el transcurso de este año.

Al tratar de escribir algo inspirado en estas fechas para este número, me descubrí dándole la vuelta al asunto, me di cuenta de que escribir acerca de esto, me causaba cierto malestar, supongo que ahora si con justa razón mi querido Ivanhoe puede decir que se nota que no tengo novia.
Por primera vez en años, descubrí lo difícil que es pasar estas épocas sin tener con quien celebrarlo, entendí a todas esas personas que se deprimen durante las navidades y comprendí porqué muchos se aferran a relaciones difíciles o destructivas solamente para justificarse socialmente(5), para sentirse completos y realizados o para evitar esa sensación de pérdida que te deja la soledad.

Haciendo a un lado todo el trasfondo económico de la fecha y quitándole la parte hipócrita de todas las demás fechas especiales del calendario, te das cuenta del verdadero significado de la celebración en sí, descubres que es una celebración a la vida misma, a lo maravilloso del amor y la amistad y al triunfo sobre la soledad y el olvido que son los miedos más comunes que tenemos como seres humanos.
A veces es difícil saber manejar tu soledad, siempre te hace falta alguien para ir a rentar películas, alguien que te acompañe al cine para ver ese churro romántico que tus amigos jamás verán, alguien quien te acompañe a todas esas fiestas de parejas y eventos donde se considera muy polite(6) ir acompañado, alguien del otro lado de la línea que te escuche cuando estás triste o deprimido, alguien que te consuele con un beso o que te señale la luna en una noche despejada, alguien que te haga ser menos cínico y pesimista cuando todo se pone difícil, alguien con quien platicar hasta la madrugada y se ría de tus tontos chistes sin gracia. De eso se trata el día de San Valentín, de celebrar que alguien comparte contigo momentos especiales de tu vida, de que ese sentimiento mutuo o en común los hace más humanos a ambos y hace tu vida si no más fácil, por lo menos un poco más feliz.
Sin embargo, como todo en la vida, el día pasa y lo que idealmente debería ser un recordatorio de nuestra suerte, se convierte en un trámite finalizado más y la vida continúa, los regordetes cupidos vuelan a otras latitudes y regresamos a nuestras rutinas cotidianas, para los que como yo este año no tuvieron a su valentín, suspiran aliviados al haber superado la prueba y la vida sigue para todos.

Mientras sorbía mi cerveza, concluí que en general no estaba tan mal como para deprimirme, podría celebrar que aún tenía muchos amigos y esto era suficiente razón para celebrar este día, el amor vendría después, nunca es demasiado tarde ni se es demasiado viejo, solamente hay que estar dispuesto para encontrarlo y que te encuentre, para cerrar el asunto canté para mis adentros: “Love on the rocks, ain't no be surprise, just pour me a drink, can I tell you some lies? Yesterday's gone, and now all I want is a smile…”(7) ...sonreí de nuevo, apagué la tele, apuré mi cerveza y me fui a la cama.
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(1) Sport Billy, fue un personaje creado en 1984 por William Hanna y Joseph Barbera con motivo de los juegos olímpicos con cede en Los Ángeles, California. En la serie de dibujos animados posterior, el personaje llevaba un maletín de donde sacaba toda clase de objetos deportivos para resolver cualquier problema cada vez que se metían en aprietos, un poco en remembranza del maletín mágico del Gato Félix

(2) Mi casi tocayo Aldous Leonard Huxley, nació como yo un 26 de Julio, exactamente 80 años antes que yo, en 1894 (¿increíble no?), una de sus novelas más famosas es sin duda: “A Brave New World” (Un Mundo Feliz) que por supuesto no fue su única novela y mucho menos su única obra ya que Huxley fue ensayista, historiador, político, activista, hippie y hasta músico, poeta y seguramente loco, si algo tuvo que ver con esto su fecha de nacimiento entonces hagan ustedes sus propias conclusiones. En su inquietante y profética novela, Huxley plantea un abominable futuro donde no existe la familia ni el romanticismo ni las individualidades ya que “todo el mundo pertenece a todo el mundo”, no existen tampoco las prohibiciones, ni las enfermedades, el dolor o vejez, el ser humano se reduce a la química y los números. En este “mundo feliz” las drogas son de uso común, como desinhibidoras del alma y un compuesto químico llamado soma, mantiene a todos en un estado de dicha y equilibrio.

(3)Scrubs es una comedia de situaciones, acerca de unos médicos novatos en un hospital californiano, la cadena norteamericana NBC lanzó la serie en 2001 durante el llamado Mid-Season, obteniendo muy buenos ratings durante su exhibición, por lo que se ganó su lugar dentro del primetime, pueden ver las transmisiones de la tercera temporada por Sony Entertainment Telvision.

(5 y 6) Para conocer más ampliamente la opinión del autor sobre estos temas, le sugerimos leer el artículo: “Así lo dictan los cánones” presentado en el número 3 de Internet@s.

(4 y 7) Fragmentos de Love on the Rocks de Neil Diamond, utilizados irresponsablemente sin permiso del autor.
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En aquel tiempo no existía la tecnología, pero hoy que es así los dejo con este clásico del maestro
Neil Diamond